Mensaje de la Asunción 2020*

Esta fiesta no puede evadirnos de la situación de pandemia que vive nuestro mundo. Desde la India nos invitan a mirar a María, “que creyó aún sin ver” y “nos precede en la fe y en la lucha que todos los discípulos debemos afrontar”.

El relato de la Anunciación (Lucas 1:26-30) presenta a María como la primera discípula, la que escucha, la que recibe la palabra de Dios y la cumple, la que consiente a la acción del Espíritu y realiza su parte en la obra de la salvación, convencida de que nada es imposible para Dios.

En el contexto actual de incertidumbre que estamos viviendo, esta actitud de escucha adquiere un nuevo significado: escuchar a Dios con confianza y entrega. No sabemos qué nos deparará el futuro. Sabemos que Dios está hablando, pero no entendemos, o puede que no veamos lo que él quiere que veamos, pero estamos llamados a escuchar: escuchar el clamor de la tierra, a los pobres y a quienes sufren. Estamos llamados a escuchar y cuidar a las personas enfermas, moribundas, sin hogar, emigrantes, marginadas de la sociedad…

Como María, estamos llamados a caminar con nuestro mundo sufriente en estos momentos dolorosos de la pandemia. Cuando María dice Sí a la invitación de Dios, ella acepta emprender un camino desconocido, que la lleva a donde no sabe. Ella lo recorre confiando en que Dios siempre está con ella, y que es una discípula elegida, colaborando con la acción salvífica de su Hijo.

En el evangelio escuchamos el canto de esperanza de María, el Magníficat. Es el himno del pueblo de Dios caminando a través de la historia. Un canto que estamos llamados a cantar hoy en todas las partes del mundo. “Mi alma glorifica al Señor”. Es un canto especialmente significativo en lugares donde la humanidad está sufriendo tanto. Para los cristianos, donde sea que esté la Cruz, hay esperanza.

A través de la intercesión maternal de María deseamos profundamente la gracia de la libertad y la plena realización para el mundo entero: para toda la creación y para la humanidad, anhelando una conversión de corazón que renueve la faz de la tierra y recree espacios humanos donde se salvaguarde la dignidad y la integridad de todos.

*Estos son solo unos párrafos del mensaje. Para acceder al texto completo en español, inglés, francés, portugués o italiano, hacer clic aquí.

te puede interesar