Miremos nuestro mundo, nos dicen, convulsionado por la guerra, por la ambición del poder, la emergencia de los imperialismos, la asimetría social, la indiferencia de las grandes potencias frente a la situación de la pandemia, la explotación desmedida de la naturaleza que genera grandes desastres y un cambio climático que amenaza la vida del planeta.
Responder con audacia evangelizadora
Mensaje en la fiesta de la Asunción de María, la madre de Dios.*
Un grupo de miembros de la IT que celebran 50 años de compromiso, nos ofrecen este mensaje de esperanza con la imagen de “María desatadora de nudos”.
Junto a esto, emergen signos de esperanza: la solidaridad entre los pobres, la compasión y la misericordia que se hacen cargo de los más olvidados, el esfuerzo de la ciencia por crear soluciones ante los problemas emergentes, la entrega generosa y heróica de mujeres y hombres al cuidado de las personas con dificultades de salud y otras carencias. Todas estas esperanzas muestran el bien, que con fuerza y sin ruido, va transformando realidades que evidencian la presencia transcendente de Dios que se goza en la humildad del corazón.
Estamos llamados a mirar el futuro y a acogerlo, como señal de lo que está por venir, y a vivir un cristianismo exigente que testimonie la presencia transformadora de Dios en la sociedad.
¡María, en tu Asunción, alcánzanos de tu Hijo la capacidad de responder con audacia evangelizadora a las necesidades de nuestro mundo!