Pacto Educativo Global

La Directora de la IT, Maite Uribe, se hace eco de la propuesta educativa del Papa Francisco que entronca con el origen y el compromiso de los miembros de la Institución ratificado en sus recientes asambleas.

El Papa Francisco ha convocado no sólo a la comunidad educativa sino a toda la sociedad, a sumarse para “construir una ‘aldea de la educación’ donde se comparta en la diversidad el compromiso por generar una red de relaciones humanas y abiertas”. Una aldea que ponga a la persona en el centro, favorezca la creatividad y la responsabilidad para unos proyectos de larga duración y forme personas disponibles para ponerse al servicio de la comunidad.

Tal como se señala en el Instrumentum Laboris esta iniciativa no es una idea nueva ni repentina, sino la traducción concreta de una visión y de un pensamiento expresados con frecuencia en sus discursos que parte de la base de que “educar es un acto de esperanza”. Un acto de esperanza porque “pensar la educación, es pensar en las generaciones futuras y en el futuro de la humanidad”.

Desde los distintos lugares del mundo nos hemos unido al evento y queremos responder a esta convocatoria. En efecto, como Institución nos hemos sentido particularmente interpelados por este llamado que toca las entrañas mismas de nuestro carisma y que responde a lo que expresamente nos hemos propuesto en las Asambleas de 2018.

Muchos son los puntos del mensaje del Papa Francisco en los que resuenan textos y realidades de nuestra Institución. La urgencia del momento presente, la confianza en el poder transformador de la educación que nos evoca los orígenes, el llamado continuo de Poveda cuya voz se nos hace presente en el llamado de Francisco.

Como Institución hemos acogido la llamada del Papa Francisco tanto desde las realidades locales como desde las instancias generales. Muchos han sido y están siendo los esfuerzos, las búsquedas y logros en estos tiempos de sindemia desde los distintos equipos, centros, proyectos de la Institución comprometidos con la educación en sus distintas formas.

No nos hemos detenido y la creatividad ha despertado nuestras mejores energías. No se trata ahora de nombrar cada una de las iniciativas locales que se han impulsado a lo largo de estos meses tan duros, pero sí de constatar la fecundidad de este tiempo en el que nos hemos animado a vivir la crisis como oportunidad y a través de la virtualidad hemos podido ensayar nuevas formas de encuentros educativos y sostener la reflexión crítica y colectiva sobre nuestras prácticas educativas en tiempos de excepcionalidad.

Como señala el Papa Francisco, “un mundo diferente es posible y requiere que aprendamos a construirlo, y esto involucra a toda nuestra humanidad, tanto personal como comunitaria”.

Maite Uribe, Directora de la Institución Teresiana.

(Extracto de las palabras en la sesión del Consejo de Gobierno de Octubre 2020.
Acceder al texto completo aquí.)